Cuaderno de viaje I: Rodiario

No tengo motivos importantes, pero sé que durante el 2004 comencé a dibujar con el corazón. Aunque todo se quedara en un viejo cuaderno. Sigo creyendo que muchas cosas muy auténticas salieron de aquí. La juventud nos da un poder especial para decir lo que sentimos. A esa edad se hace tan fácil expresar lo que uno siente. Y todo sale tan natural.

En realidad usé varios cuadernos. Ninguno dedicado para sketches. Fueron libretas ordinarias, económicas, compradas en la papelería ocasionalmente.

En el auge de Fotolog, mi hobbie era dibujar, entintar, escanear, colorear muy precariamente y publicarlo en la red social. La argentina Caro Chinaski era muy popular en aquella época por su trabajo en historietas, stickers y por supuesto, por su formula de contar su vida en Fotolog a través de sus dibujos. Muchos, obviamente la imitamos, y fui creando un alter ego con quien me sintiera identificable y pudiera contar de manera divertida y sin vergüenza alguna lo que mi yo real no haría. Fue también que comencé a soltarme un poco y a escribir prosa libre con la que complementaba lo que rayaba. Perdí algo de texto de esa época pero supongo que no importa. A ese espacio le llamé Rodiario. Conservo amigos de esa época gracias a Fotolog, posteriormente Metroflog. Gente muy valiosa sigue considerando especiales estos dibujos. Conforme transcurrían las publicaciones, a mi otro yo también le crecía el pelo o se lo cortaba. XD

Irónicamente mi primer cuaderno de viaje, más especial y más adecuado para dibujar, fue un regalo de alguien con quien hace tiempo me distancié. Traté de lograr que todas las páginas tuvieran la misma factura. Tomé unos lapiceros y unos Prismacolor escolares y la primera página fue para él. Había muchos lectores de blogs. Para mí eso fue como que había encontrado un lugar permanente en la cual compartir lo que hacía, además de escribir todos mis debrayes con total comodidad. Hasta hace poco había migrado todas las entradas del blog, pero el tiempo finalmente ha vencido mucho de lo que fue. Algunas páginas de este cuaderno, las retomé tal cual para rehacerlas en pintura.

Con el paso del tiempo, cuando la libreta se acabó, le dije adiós al hombre alado, en unas últimas líneas y otros intentos de seguir con algo similar.

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