Los cometas han sido parte de mis recuerdos desde el Hyakutake en 1995 hasta el Tsuchinshan-Atlas que capturé hace poco en Guerrero. Cada uno trae su magia y siempre despierta esa emoción de mirar al cielo con la cámara lista.
El primer cometa que vi fue el Hyakutake de 1995, con ayuda de los binoculares de mi vecino. Después en 1996, el gran cometa Hale-Bopp no necesitó de ningún instrumento óptico para poderlo contemplar a simple vista. Estuvo mucho tiempo, mas de seis meses arriba de nosotros, por lo que se volvió parte de nuestra vida cotidiana durante ese año, y creo que aquí donde vivo provocó un efecto raro, porque la mayoría no lo recuerda.
De ahí otros dos cometas han pasado por el vecindario norte, que yo recuerde el Lulin y Neowise, pero sin éxito alguno de mi parte para poder contemplarlo. Aún recuerdo su brillo impresionante que iluminó nuestros cielos durante unos buenos meses, y según muchos ha sido uno de los cometas más bellos.
Actualmente contamos con diferentes equipos para poder capturarlo en fotografía, con las condiciones adecuadas. Desafortunadamente el cometa Neowise pasó por estos rumbos durante una temporada bastante difícil y por muy corto tiempo. Los días en los que se pudo haber visto estuvieron completamente nublados.
La cosa cambió cuando apareció el cometa Leonard. Aunque fueron varios días de búsqueda, desde diferentes puntos que según yo, podría capturarlo mejor (en la sierra por ejemplo), al final mi mejor toma la logré desde el centro del pueblo, cuando ya estaba bien arriba y a punto de desaparecer.
En febrero este año, el C/2022 E3 (ZTF) apareció en los cielos de febrero, primero por la mañana y después por la noche. Este cometa fue mucho más escurridizo que Leonard. Pero permaneció por varios días con muy buen tiempo para ubicarlo y hacerle una mejor toma.
Una segunda toma más mejorada se logró desde una parte alta de la ciudad, aunque la contaminación lumínica era considerable. el problema mayor fue ubicarlo, con la ayuda de mi amigo Hernán Escamilla pudimos localizarlo a tiempo.
Después de otro intento fallido por capturar el cometa Nishimura y el cometa 12P/Pons-Brooks, ha sido de mucha satisfacción lograr esta composición del cometa Tsunchinshan-Atlas que pude capturar desde una playa cercana a mi pueblo. Se trata de una doble exposición que ha sido de mucha sorpresa para mí.
Los objetivos que me han dado buenos resultados han sido telefotos con una apertura f4, para ser exacto el Pentax-M 75-150mm f4 y el HD 70-200mm f4. Esto para lograr el mejor acercamiento posible al cometa. Un lente de más apertura sería conveniente para lograr mejor luminosidad y capturar más elementos del cielo nocturno. La mayoría de fotógrafos profesionales también utilizan herramientas de apoyo más sofisticadas, como las monturas ecuatoriales, que permiten seguir el movimiento de las estrellas y el resultado son fotos del espacio profundo espectaculares. Aunque claro, esto no es un inconveniente para lograr un bonito recuerdo de estos visitantes celestes, usando los dispositivos que podamos tener a nuestro alcance.
En los próximos meses tenemos dos cometas a la vuelta, y espero que juntos experimentemos una nueva oportunidad para capturarlos con nuestras cámaras o smartphones.
