Mis reflexiones acerca del uso de la I.A. Qué tanto ha impactado en nuestra sociedad y qué beneficios nos aporta.
Hace un par de días supe de una campaña en Twitter con el hashtag #BreakThepencil en el que se compara el arte tradicional con el arte generado con IA. Por un lado, acusa al arte tradicional de anticuado, elitista, incluso misógino y transfóbico. Intento digerir alguna de estas calificaciones y no encuentro ninguna lógica. Aún así, no estoy en contra de la IA. Me parece sorprendente lo mucho que se ha desarrollado en el campo creativo. Lo que he visto salir de ahí me parece una locura que nunca hubiese imaginado cercanamente posible hace tan sólo algunos años.
Aplicándolo a las artes gráficas, el panorama futuro siempre resulta utópico, pero el tiempo hasta el momento siempre le ha hecho justicia al potencial humano. En nuestros procesos, aprovechamos los avances tecnológicos como herramientas para potencializarlas más allá de los materiales tangibles. Nuestras exigencias van cambiando con estos avances. Usar una vieja cámara digital del 2006 nos mostrará limitaciones en cuánto a calidad y procesado de la misma. Veremos muchas deficiencias en una versión antigua de algún software de dibujo porque quizá no tenga la misma fluidez ni las opciones más novedosas e intuitivas. Con estas facilidades ahorraremos cierto tiempo y recursos, pero nada es regalado.
Precisamente la inteligencia artificial está igualmente comprometida a hacernos la vida más fácil, pero con la premisa de que irá perfeccionando nuestras exigencias y nos dará un resultado más cercano, más perfecto, tal vez mejor a lo que imaginamos. Tanto se ha refinado que ya no hace falta saber dibujar o pintar. Basta dictar unas palabras y presionar el botón ENTER. Aquí es donde se origina el debate y donde muchos aseguran que el futuro está en manos de la IA.
Estamos en plena fiebre en el que descubrimos las capacidades de una innovación. De un tiempo para acá podemos ver los increíbles resultados salidos de Midjourney, y que mucho de ello circula en las redes a modo de mero ocio y entretenimiento. Son muchos los sitios y páginas que utilizan este tipo de aplicaciones para complementar visualmente sus artículos donde la imagen no es elemento central. DeviantArt, tan icónico en el arte digital ya tiene una categoría dedicada a la IA. En el grupo oficial de Midjourney, los resultados más originales son elogiados, pero me ha tocado ver también a los mismos usuarios atacar a otros por vender lo que han generado “como si fuera una obra de arte”. Pienso que a medida de que nos acostumbremos, seguiremos agudizando nuestra mirada para distinguir sin problema la diferencia entre una obra original y una que salió al presionar ENTER. Por eso creo que la inteligencia artificial no compromete al talento humano.
La IA es benéfica si se complementa con el proceso de trabajo tradicional. Una pequeña sugerencia de filtros de color o atajos que nos permitan ser más eficaces en nuestros trazos no le restará mérito a nuestra habilidad ni a nuestro sello. También podemos aprovecharla como recurso para sintetizar tareas menores. Para esta entrada, por ejemplo, generé una imagen destacada en IA.
Cuando el futuro se hace presente, tenemos una buena oportunidad de reposicionar nuestro tiempo y nuestros conocimientos adquiridos para darles el valor que se merecen.
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